En la línea LGV Sud-Est (Ligne à grande vitesse Sud-Est) entre París y Lyon se está realizando una renovación completa del balasto desde 2009. Las máquinas de Plasser & Theurer juegan un papel fundamental en esta obra de grandes dimensiones.

La exitosa historia del tren de alta velocidad TGV comienza en Francia en 1981 con la inauguración de la línea que conecta París y Lyon. Gracias a esta infraestructura, la duración del trayecto se redujo de golpe a la mitad: de cuatro a dos horas. La cuota de mercado frente a los vuelos domésticos aumentó notablemente. Después de entre 30 y 35 años de explotación, en 2009 se tomó la decisión de renovar el balasto en la totalidad de esta línea de doble vía, con una longitud de vías total de más de 800 km. Para este proyecto se presupuestaron doce años de ejecución y, a día de hoy, se han ejecutado aproximadamente la mitad de los trabajos.